martes, 9 de junio de 2009

La ventana abierta

La ventana abierta deja entrar,
el aire de la mañana,
frio y un poco mojado,
quizás anoche ha llovido,
o puede ser que has llorado,
no sé, no estás,
creo que ya te has marchado.
No reconozco mi casa,
mi cuarto, mi cama,
mi cuerpo, ni nada,
Y la cabeza doblada,
no me permite pensar,
ni recordar,
si existes o te inventaba.
En la boca quedan jirones de besos que queman los labios,
en mi piel firmaron mil veces tus uñas, rasgando mi alma,
Así me has dejado, con el corazón más lento y el sexo apagado.
En la mente inquieta tu pecho erizado, me había perturbado,
perdido el sentido, soltaste las riendas y nos desbocamos,
mordiendo tu piel, probando tu aroma, me había envenenado.
Y mientras me hablabas.
No sé qué dijiste, no sé si insultabas, no sé si reías, no sé si me amabas, no sé si estoy loco, no sé si es el aire…
Voy a levantarme y cerrar la ventana.

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